DÍA 4 y 5: ASENTANDO EL PROCESO + SALSA NIGHT


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Jueves 4 de Julio, seis y media de la tarde. Silvia (responsable de la comunicación y gestión externa de Madrid Dance Center y bailarina) me abre la puerta corredera de doble acristalamiento que da acceso a la escuela. A medida que voy subiendo los dos escalones de la entrada vislumbro su figura menuda y espigada que se estira horizontalmente plegando su torso sobre su alargada pierna derecha que está colocada con gracia sobre el mostrador de la recepción a modo de barra improvisada. _¡Eso es optimización del tiempo y recursos Silvia!_ le sonrío y continuo adentrándome en el  pasillo rectilíneo de la escuela, adornado de cristaleras transparentes de suelo a techo que enmarcan los dos estudios de danza, separados por los despachos de dirección que rompen la continuidad visual de la totalidad del local. Llego hasta el final y me introduzco en la sala de cambiadores. Esta completamente vacía, se que llego temprano, pero así lo prefiero. Por único acompañante tengo a un silencio monacal que me da paz y tranquilidad.

_Hoy es el último día de clase de la semana._Murmullo para mis adentros._Veamos que tal se da._

Me cambio mi traje deportivo de negro riguroso por un maillot azul cielo interrumpido por un patrón vertical de finas rectas negras que transforman su convencional clasicismo en un aire más contemporáneo. Una vez cambiada, entro al estudio diáfano donde un par de bailarines están ya calentando tumbados sobre la tarima flotante que es acogedora pero compacta, y que con humilde paciencia soporta a diario los saltos y vueltas que nos elevan a los bailarines de una horizontalidad terrenal a un plano vertical que es celestial y etéreo.

Mientras caliento, comienzan a llegar otros bailarines al estudio y no puedo evitar romper el estricto silencio mediante preguntas y comentarios entusiastas sobre el arte y sobre la danza. Entonces, llega el director y todos nos dirigimos hacia nuestra posición junto a la barra. Comienza la clase, barra, centro, saltos…Se escuchan aplausos entre jadeos y falta de aliento. La clase acaba de terminar, y  a pesar de la ducha de sudor que llevamos encima, una sensación de satisfacción interior me recorre todo el cuerpo procedente del centro mismo del alma. Hoy no fue mi mejor día de equilibrios y ritmos, pero ¿sabeis qué? Qué no me importó, igual la disfrute y continué consolidando mi proceso adaptativo, que ahora esta a un paso más cercano de solidificar y finalizar los cimientos para bailar.

SALSA NIGHT

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Jueves cuatro de Julio a las 23,14 pm. Mi excompañera de piso Fadua me escribe un mensaje al móvil_ Elena que te recojo en coche, no te preocupes. Pero vente conmigo a bailar salsa._ Suelto el teléfono y miro el espacio inundado con mis maletas aún por deshacer  en el suelo polvoriento de la habitación de mi nuevo piso. No llevo ni un minuto dentro, aun porto en mi cuerpo el cansancio de la odisea de la mudanza vía metro y una clase de ballet de intensidad nada despreciable. Sin embargo, no me encuentro físicamente cansada. La idea de aceptar el ofrecimiento de Fadua me tienta, tengo que reconocerlo. ¿Cuánto llevo sin salir a bailar salsa?¿y sin una actividad distendida? Esta vez me miro mi atuendo, todavía llevo el traje deportivo de negro riguroso. Seguido abro una maleta repleta de ropa, de donde sin pensar mucho saco un vestido vaporoso de color rosa intenso, unos zapatos de tacon negro con pedrería brillante incrustada. Me meto veloz en el baño. La ducha más corta de mi vida. Me introduzco en el vestido, me miro en el espejo turbio de un baño que acaba de ser habitado. _Gracias a Dios que llevo moño sujeto por tres litros de laca._Pienso para mis adentros mientras me retoco el maquillaje. Miro el reloj en un acto reflejo._¡Quedan dos minutos!_exclamo en silencio. Cojo una bolsa de plástico un poco mona e introduzco el monedero, los tacones, las llaves y el teléfono, no hay tiempo para miramientos, el bolso se quedó en casa de mi hermana, bienvenida sea la improvisación creativa. total vamos en coche. Salgo por la puerta como una bala veloz disparada con trayectoria directa a su objetivo.

_¡Ya estoy aquí Fadua!_Lo conseguí, por fin voy a bailar salsa.

La noche es mejor de lo que me esperaba, no he parado de bailar hasta las 4.30 de la madrugada. Ahora ya casi que si estoy bastante cansada. ¡Cansada pero feliz! ¡Qué haría yo sin el baile, sin la música y sin el arte!